D-15 Santiago de Compostela (Del Botafumeiru a casa)

Cuando la entrevistadora de TVG me preguntaba si me había emocionado al entrar en Santiago, le dije que no había sentido nada especial, recordaba que la primera vez que lo hice con mi hijo, como turistas, sí que sentí algo especial. Ahora le podría decir que si lo hice al marchar, cuando uno a uno nos fuimos despidiendo, la lágrimas surgieron en nuestros ojos, un pesar en nosotros surgió, era el fin.

 

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Como no podía ser de otra manera, nos acostamos tarde y nos levantamos temprano, teníamos que celebrar el fin de nuestra aventura peregrina y acto seguido despedir a los amigos. Así que a las siete de la mañana ya estábamos en la ducha y media hora después desayunando con Rosa en una cafetería cercana, ella la primera que despedíamos, su avión salía a las nueve y no había mucho margen, solo lo justo para desearnos lo mejor en la vida y que este no fuera el último encuentro, aún teníamos pendiente la etapa de Hospitales. Ella se fue y nosotros nos quedamos recordando, ya con nostalgia, los buenos momento pasados en su compañía. Tras pagar el desayuno más caro de todo "El Camino" e igual de mi vida, seis euros por barba, nos fuimos directos a la Puerta Santa para tratar de cumplir con todos los ritos de buen peregrino.

La Puerta Santa estaba aún cerrada, faltaban cinco minutos para que la abrieran, no había apenas gente, éramos de los primeros, un guardia de seguridad preparaba las barreras, mientras nosotros charrabamos con un Peregrino que venía de hacer "El Francés" desde Roncesvalles, nos contaba su grata experiencia pero algunas de las etapas de Burgos y las últimas no le gustaron nada de nada.

Justo cuando el joven peregrino termina de contarnos sus impresiones nos abren las puertas y pasamos a cumplir el rito de "Abrazar al Santo", tras lo cual pasamos ha realizar la correspondiente visita a la cripta del Apóstol. No estaba permitido sacar fotos, así que es del único acto de todo nuestro viaje en el que no tenemos una instantánea. El acto duró poco, aunque lo suficiente para que cuando salimos la cola para entrar ya fuera de cierta longitud.

(¡Menos mal que madrugamos!)

Tras "Abrazar al Santo" nos dimos la vuelta a la Catedral y volvimos a entrar en ella para volver a verla de nuevo, en la jornada de ayer lo hicimos pero como un acto de testimonial. Otra vez nos pasó lo mismos, -¡Solo para peregrinos!, -¡Es que los somos!, sacamos nuestras credenciales y pasamos dentro. No había apenas gente por lo que pudimos explayarnos bien contemplando el interior de La Catedral, la imagen del Apóstol y el Botafumeiru, e incluso el sacarnos alguna fotuca antes las tres cosas, ya que habíamos llegado hasta allí bien nos merecíamos un pequeño homenaje fotográfico. Lamentamos no poder contemplar la impresionante joya arquitectónica de "El Pórtico de la Gloria", estaba en restauración y nos quedamos con las ganas de verlo de nuevo y de pegar el cabezazo de rigor y poner la manos sobre la huella formada por tantos y tantos peregrinos que lo han hecho anteriormente, ¡una pena!

(El privilegio de ser Peregrinos, tenemos una puerta especial, creo que nos lo merecemos)

(La foto del Apóstol y Nosotros, fueron 324 kilómetros para obtenerla)

Eran las diez de la mañana, aún temprano para la misa de once, la de "Los Peregrinos", así que nos volvemos al hostal para recoger las cosas y dejar libre la habitación, antes habíamos hablado con la amable señora sobre la posibilidad de que nos guardara nuestras mochilas, ya que en la catedral no se puede entrar con ellas, las tienes que dejar en una consigna habilitada para ello, las cuales ni vimos. Dejamos nuestras inseparables compañeras en un cuarto de trastes y volvimos a la catedral para asistir a la misa de "los peregrinos" y a contemplar el Botafumeiru volar, todo un rito que aunque lo hayas visto anteriormente no te deja de impresionar, en este caso con mucho más motivo. No es de extrañar que tras dejar de volar la gente comienze a aplaudir con ganas, estalla de júbilo, aunque creo que esto último lo quieren quitar porque las autoridades eclesiásticas lo consideran algo frívolo, no voy a realizar comentario a esto, porque igual no pillé bien la noticia, pero si después de pegarte una buen pateada hasta Santiago de Compostela no te dejan aplaudir libremente...¡que nos queda!

(Comienza la mítica ceremonia de hacer volar al Botafumeiru)

(Va cogiendo marcha)

(Hasta que casi pega en el techo)

En los catorce días acompañado de mi pequeña cámara de fotos no hubo lugar para sacar un vídeo, la duración de la aventura peregrina no permitía el ir sacando vídeos diariamente, llevaba diez gigas de memoria y tenía que optimizarla, solo tenía un espacio reservado para.... "El vuelo del Botafumeiru", ¡faltaría más! Es el momento de mostrarlo y a la vez hacer un pequeño recuerdo de todo lo bueno que nos aconteció, el mismo va dedicado a todos los peregrinos que nos hemos encontrado en "El Primitivo", con nombre propio o anónimos, además de algunos personajes ilustres que nos hemos encontrado.

 

Se acabaron los actos digamos "oficiales" y solo nos quedan un par de cosillas por hacer, la primera es despedirnos de la plaza del Obradoiro, centro neurálgico de todos los peregrinos, así que hasta allí nos fuimos, al poco de entrar veo que José me coge de los brazos y me pone ante la cámara de la Televisión Gallega, el no quería hablar, dice que tiene mucho acento, así que "al que suscribe" le toca retratarse para toda Galicia rodeado de mis compañeros de viaje.

Recuerdo más o menos lo que conteste a las preguntas que realizaba la reportera, os la voy a tratar de transcribir:

- ¿Desde donde venís Peregrinando?

- Desde Asturias, por "El Primitivo", nosotros dos desde nuestra residencia, Mieres del Camín, y el resto de compañeros desde Oviedo, a donde llegaron en avión o en autobús.

- ¿Motivación?

- A nosotros nos gusta mucho caminar y ya que estábamos en año Santo Compostelano, pensamos que sería guapo hacer el camino que en el siglo IX hizo un paisano nuestro, por lo que el motivo principal es "Histórico - Andariego".

- ¿Cual es el Espíritu de "El Camino"?

- Sin lugar a duda el verdadero Espíritu de "El Camino", son los compañeros peregrinos que nos hemos encontrado por "El Camino", nosotros salimos de casa solos y llegamos a Santiago acompañados de estos compañeros que están ahora aquí, como Eva, José, Paco y Rosa, además de otros que están por ahí, como Jesús, Tedo, José Luis, Matilde, Andrés, Ángel, Las Niñas, etc..., sin lugar a dudas estos son el verdadero Espíritu.

- ¿Qué has sentido al entrar en esta plaza?

- Realmente nada en especial, no sentí esa emoción que dicen, la cual si la percibí la primera vez que la visité, como simple turista, acompañado de mi pequeño hijo Felipe, ese día si que sentí algo especial, aún me perdura ese recuerdo.

- ¿Qué le diría a la gente para animarles a realizar "El Primitivo"?

- ¡Pues nada!, que si aman la Naturaleza que se hagan "El Primitivo" y si buscan otra cosas que realicen alguna de las variantes que la peregrinación a Santiago de Compostela ofrece.

Creo que, más o menos, eso fue todo lo que dije, igual me comí algo, pero lo que si recuerdo bien es que mencioné a todos nuestros compañeros, a demás de los ilustres personajes que nos hemos encontrado en nuestro guapo peregrinaje, tenía miedo de olvidarme de alguno, al acabar le pregunté a Mary si me había dejado alguno, ella dijo que no, ¡menos mal!, yo tenía muy claro que ese era el verdadero Espíritu de "El Camino".

La entrevista para la tele no estaba en el programa así que íbamos un poco justos de tiempo, aún nos quedaba por comprar unos recuerdos y los decimos de lotería.

La noche anterior Tedo me dijo que ellos habían comprado lotería en una famosa administración, no tenían un número que acabara en 27 pero si uno que acababa en 7, - ¡Comprarla ahí!, así nos toca a todos.

Nosotros al entrar en Santiago, a la altura de la plaza de Cervantes vimos una administración de lotería, "La Romería", la cual exponía sus decimos y uno de ellos acababa en 27, -¡Mañana venimos y compramos!, así que no seguimos el consejo de Tedo.

El caso es que no nos tocó pero... ¡Qué importa!, mientras tengamos salud para seguir con nuestras andanzas...., aunque creo que en la administración que él nos había recomendado tocó un buen pellizco, no hubiera estado mal que después de lo requetebién que lo pasamos volviéramos para casa con la cartera llena.

 

Era la una de la tarde cuando regresamos al hostal para recoger nuestras mochilas, al pasar por las puertas de entrada a la catedral las colas ya eran numerosas, aunque en la que mas gente se observaba era en la de turistas. En una terraza cercana nos sentamos a tomar las últimas cañas juntos, era la hora de las despedidas. Eva aún no tenía muy claro que día se iba para Murcia, la compañía le decía que sus aviones volarían el 29, otra cosa sería en tema del embarque de maletas, así que no estaba nada claro el tema, tan oscuro estaba el tema que resultó que hasta el día 30 no regresó a casa. De momento ella tenía concertada, con la oficina de turismo, una visita a las torres de la Catedral, así todos tendríamos la oportunidad de ver las fotos de Santiago casi desde el aire.

(Entre las colas y las frías cervezas en las callejuelas de Santiago, toca la despedida)

No recordamos bien quien fue el primero en marchar, si José o Paco, lo que no se nos olvida fue que la sensación que tuvimos fue la misma, palabras entre cortadas, una gran tristeza y cierta humedad en los ojos, ahora sí que sentíamos algo especial, ¡muy especial!, eso que nos preguntaba la entrevistadora de la Televisión Gallega estaba ocurriendo en aquella calleja cerca de la Plaza del Obradoiro, un personal cosquilleo recorría nuestro cuerpo y el mismo acaba brotando en forma de lágrimas, esto era el fin.

(Las torres de la catedral vistas por los ojos de Eva)

(Desde lo alto de la misma el Apóstol vigila a los peregrinos)

Tras la marcha de los chicos quedaba dejar a Eva a solas con la fría cerveza, a la espera de cumplir su cita para visitar las alturas de la ciudad peregrina de Santiago, quedamos en que nos mandaría las fotos y aquí están algunas de ellas, un pequeño barrido por el entorno de la catedral, donde los peregrinos se sientan después de su largo viaje.

(Es la hora de la comida y las colas, momentáneamente, desaparecen)

(Son momentos de relax y siesta)

Con nuestro más profundo pesar dejamos atrás a nuestra quería Eva y al entorno de la catedral de Santiago, tenemos que coger el autobús a las cuatro de la tarde y antes tenemos que comer algo, así que volvemos echar a la espalda a nuestra inseparable amiga "La Mochila" y deshacemos un poco del camino andado en dirección a la estación de autobuses. Al principio el avance era tímido, la emoción no nos permitía caminar con soltura, estábamos un poco agarrotados pero estaba claro que esto se había acabado, había que tirar para adelante, la vida sigue y nosotros debemos ir con paso firme, a pesar de todo lo bueno que atrás hemos dejado.

(De vuelta a casa)

(¡Hasta otra Compañeros!)

En una terraza del barrio de San Lázaro nos sentamos y comemos algo, era la primera comida que hacíamos solos en quince días, nos resultaba un poco extraño. Cuando iniciamos esta aventura peregrina no teníamos pensado que fuera tan participativa, pensábamos hacerlo íntimamente, en pareja, habíamos tenido unas experiencias fallidas con amigos y estábamos un poco tocados, no queríamos volver a tropezar, pero las dosis de amistad aportadas por: Tedo, Matilde, Andrés, Rosa, Lisa, Toby, Eva, José, Paco, José Luis, Michael, Kayra, Violeta, Unai, Adrián, Domingo, La Petisa, Jesús, “Las Niñas”, Ángel, Jovino, La Señora Amalia, “Los Franceses”, Santi, Sandra y Juan, Pacín, Urbano, Pili, “La Danesa”, Obdulia y demás Peregrinos encontrados por “El Camino”, habían sido una buena medicina para al volver a casa con fuerzas renovadas y seguir confiando en las personas y en pensar "en positivo", que todo puede salir bien, así que.... ¡Gracias Compañeros!

Para el viaje en autobús teníamos pensado escribir algo, las dos últimas jornadas habían sido maratonianas y en el libro de notas no se había escrito nada, pero eso no fue posible, la emoción de la despedía y de la vuelta a casa impidió que eso fuera así, era difícil escribir con aquel desasosiego, lo único que te apetecía era mirar por la ventana 24 y contemplar la ría del Eo, ¡estábamos en Asturias!, ¡nuestro viaje estaba acabado!, solo nos quedaba abrazarnos a nuestro hijo Felipe, acción que culminamos un par de horas más tarde, sería un familiar broche de oro y brillantes a tan excelente aventura andariega por los caminos que transitó el nuestro paisano Alfonso II "El Casto" allá por el siglo IX.

Ya hemos terminado de narrar nuestra experiencia peregrina, aunque la misma no estará completa hasta que no atendamos la recomendación de Jovino: -Ir por Hospitales, decía, -¡claro que iremos!, así que mientras esto no ocurra, con mayor o menor participación, este reportaje se puede dar por incompleto. De momento, solo escribiremos unas cosillas más en apartado "Notas al margen" donde daremos respuesta a algunas de las preguntas que, por distintos canales, nos habéis realizado y que hasta ahora no hemos mencionado, cosillas de índole numérico y práctico, así que si tenéis alguna en vuestra mente es el momento de realizarla.

Solamente nos queda daros las gracias a todos por el seguimiento que habéis realizado de esta narración peregrina, son muchas las visitas que se han realizado, esperamos que todo lo escrito y expuesto haya sido de vuestro agrado y que ninguna cosilla, indirectamente, os pudiera ofender, nuestro principal objetivo era describir nuestra experiencia que no necesariamente tiene que ser la misma que la vuestra, por suerte la vida es variada y cada uno tiene su propia experiencia vital, si no...¡vaya aburrimiento!, así que solo nos queda despedimos con un sonoro....

¡Buen Camino Peregrino!

 

 

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* Para volver a ver otra ruta cliclea aqui: www.jfcamina.es o Camino a Santiago por El Primitivo

* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.