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Pirineos

Cerler: Basibé y Ardonés

Huesca, 07/2011

JFCamina, 09/2011

 

Cerler: Collau Basibé y Cascadas de Ardonés.

(Un paseo entre marmotas y chorrones)

Mapas: Posets-Maladeta, Valle de Benasque y Barrabés de Editorial Alpina.

Inicio y fin : Cerler - Ampriu, Valle de Benasque, Huesca.

El primer día completo en el valle de Benasque la climatología estaba un poco revoltosa, abajo el cielo lucía azul, pero en la zona donde se ubican "los tresmiles" no ocurría lo mismo, las negras nubes se hacían cargo de las altas cumbres, así que aprovechamos el día para conocer una zona que teníamos apuntada en la agenda: la estación invernal de Cerler, allí teníamos anotados dos cosilla, el Collado e ibón de Basibé y las cascadas de Ardonés.

 

 

 

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Recorridos: Estación de esqui de Cerler - Ampriu (1920 m.a.) - Collau Basibé (2400 m.a.) - Ampriu (1920 m.a.)

Distancia: ± 7,8 Kilómetros (ida y vuelta). / Tiempos: 3,0 horas.

Desnivel: 480 mts. de ascenso más su correspondiente descenso.

Terreno: Pista terrera / Señalizacion: No, actividad siguiendo la pista de servicio de la estación invernal.

Las negras nubes imperaban sobre los famosos tres miles del Poset, Maladeta, Vallibuerna y Aneto, no importaba mucho ya que era el primer día y tampoco nos íbamos a lanzar a ellos como locos, así que empleamos el día realizando un primer reconocimiento por el guapo pueblo de Benasque, visitamos sus numerosas tiendas de material y ropa deportiva y hacemos acopio de información adicional de las mejores opciones andariegas para los próximos días.

(Cerler - Ampriu, Valle de Benasque, Huesca, ± 0,0 K / 1920 m.a. / 14:00 h.)

Teníamos previsto hacer una visita a la estación invernal de Cerler, así que el día nos venía muy bien, una vez en ella seguimos subiendo, en coche, hasta la zona de Ampriu, a unos 1.920 m.a., allí, no podía ser de otra manera, nos acercamos hasta una cascada que llamaba nuestra atención nada más apearnos del vehículo.

Saciada nuestra húmeda curiosidad sacamos las mochilas del maletero y comenzamos a caminar por una de las pistas de servido de la estación invernal, sabíamos que si la seguíamos llegaríamos hasta el collau de Basibé y podríamos contemplar el Ibón del mismo nombre, otra de nuestras debilidades.

(Las praderías estaban exhuberantes, no cabía otra flor más)

Vamos subiendo poco a poco, contemplando la preciosa cumbre del pico Cerler y la zona del macizo del Posets, aunque esta última estaba un poco oscura. Las laderas estaban exhuberantes, la pradería verde rabioso y no cabía una florecilla más en ella, el azul intenso de los lirios destacaba sobremanera. De repente nuestra paz fue interrumpida, un silbido de aviso nos recordó que estábamos en territorio de marmotas, nos ponemos en guardia y pronto contemplamos una, la seguimos y fotografiamos un buen rato, después otra, entre el trasiego de las mismas y sus silbidos parecía una verdadera romería.

(Un silbido y.... ¡marmotilla a la vista!)

(Todo un placer)

El espectáculo era todo un placer, recordamos la primera vez que vinimos a los Pirineos y que nos marchamos muy decepcionados porque no habíamos visto ni una marmota, hasta la segunda visita no se nos mostraron, ahora nos encontramos con ellas como si fueran pajarillos, se ve que van cogiendo confianza, somos de fiar.

(Ampriu y Pico Cerler, al fondo, la zona del macizo de Posets)

El paseo, que es de lo que realmente se trata y nos interesa, era un placer continuo, cómodo de caminar y lleno de guapos detalles montañeros, Mary, que iba de blanco, destacaba con fuerza entre el manto verde de la pradería y el cielo azul. En la zona alta de la ladera del pico que nos custodíaba lateralmente, obsevamos unos aparatos que parecían grandes grifos, nos intrigaron todo el tiempo, tardaríamos diez días en saber su función, tuvimos que ir hasta Canfranc, al Centro de Interpretación de los Aludes, recien inagurado, para saber que eran cañones anti-aludes, no nos extraño nada ya que la ladera tenía una pinta que metia miedo, especialmente con el blanco elemento invernal.

(Mary, que iba de blanco, destacaba con fuerza sobre el manto verde de la pradería)

(Collau de Basibé, ± 3,7 K / 2380 m.a. / 15:30 h.)

Después de hora y media de caminar, contemplar y fotografiar, llegamos al final de las instalaciones de la estación invernal, a los remontes del collado de Besibé, donde otra gordita marmota nos dió la entrada con su veloz carrera hacia su escondite, en este caso uno de los casetones.

Tiraba el viento con fuerza, estábamos muy espuestos, así que cerca de donde se encondió la marmotilla nos resguardamos un ratillo para comer el bocata, la verdad que no estaba muy tranquilo, cada poco miraba por si salía debajo de mis piernas, desde que en el Midí d'Ossau nos enseñaron sus grandes dientes les tengo un poco más de respeto.

(Ibón de Basibé, ± 3,9 K / 2400 m.a. / 15:40 h.)

Tras zampar el bocata volvemos a cargar nuestra pequeña mochila y seguimos subiendo un poco más, queremos llegar a ver el ibón que este collado esconde, nos queda muy poco, apenas docientos metros, tras conseguirlo, otro más para nuestra particular colección, volvemos sobre nuestros pasos al aparcamiento de la estación de Ampriu.

(Cerler - Ampiu, Valle de Benasque, Huesca, ± 7,8 K / 1920 m.a. / 17:30 h.)

Habían sido dos hora y media de guapo transitar, por una preciosa ladera montañera donde los numeros lirios azules destacaban con fuerza sobre el resto de elementos vegetales de la verdísima pradera, estaba muy claro que nos marchábamos con una buenísima impresión de esta zona, en invierno tiene que ser doblemente prestosa y seguro que los amantes del deporte blanco disfrutaran de lo lindo, nosotros nos marchamos con esa idea a nuestro siguiente parada, la cual quedaba muy cerca.

 


 

 

Recorridos: Llanos de Ampriu (1785 m.a.) - Barranco de Remáscaro (1750 m.a.) - Cascadas de Ardonés (1810 m.a.) - Llanos de Ampriu (1785 m.a.)

Distancia: ± 3,0 Kilómetros = 1,5 x 2.

Tiempos: 1,0 horas / Desnivel: 100 mts. de ascensos más su correspondiente descenso.

Terreno: Pista terrera y vereda montañera / Señalización: Si, en el entronque con el barranco.

Tras fotografiar a las simpáticas mormotillas nos bajamos un poco de Ampriu, justo antes de cambiarnos de ladera. Al subir habíamos observado una pista terrera que calculamos que nos llevará comodamente a contemplar las tres preciosas cascadas de Ardonés, así que lo intentamos, no estábamos desencaminados.

(Llanos de Ampriu, Cerler - Ampriu, ± 0,0 K / 1785 m.a.)

En principio el terreno es muy bueno, una cómoda pista que muere en la confluencia de varios barrancos, donde empieza el de Ardonés, que baja hasta el pueblo de Cerler. La senda oficial parte del mismo pueblo pero nosotros hemos cogido este pequeño atajo que llega casi hasta al arroyo, dejando previamente tras nuestro una moderna majada.

Antes de bajar a la confluencia de barrancos (La Mascarada, Clotet y Tobago), con sus correspondientes cascadas, nos desviamos a la derecha y nos adentramos por un terreno un poco abrupto, la verdad que nos sorprende, en la calificación de la ruta figuraba como fácil y esto no es para aventurarse mucho. Días después, en un Centro del Interpretación del Parque, escucharíamos que la visita guiada que ofrecia era solo hasta la parte fácil, donde ya se puede observar la magnitud y belleza de estas tres preciosas cascadas.

(Para contemplar de cerca las cascadas debemos adentrarnos por un terreno un tanto abrupto)

Como premio a nuestra pequeña aventura tenemos unas bellas y húmedas postales, un guapo rincón donde el agua y su sonoridad son los verdaderos protagonistas, seguro que en pleno deshielo estas multiplicarian su belleza e impresión, el ruido debe ser ensordecedor.

(Cascadas de Ardonés, Cerler - Ampriu, ± 1,5 K / 1810 m.a. / 30 minutos.)

(Un precioso rincón donde el agua y su sonoridad son los verdaderos protagonistas)

Ya habíamos saciado nuestra curiosidad entorno a la zona de Cerler, nos faltó realizar una visita al pueblo viejo, pero, entre florinas, marmotillas y cascadas varias, se nos había pasado la tarde, solo nos quedaba parar un momento el coche para contemplar parte del valle de Benasque desde un estratégico mirador que hay al lado de la carretera, una buena oportunidad para observar la ubicación de algunos pueblos, como Benasque, Anciles o Eriste, que seguro que visitaríamos entre paseo y paseo montañero.

El día había terminado, una mesina, con el plato puesto, nos esperaba en Sesué, en “La Borda d´ Arnaldet” y su sorprendente cocina, la misma nos ayudaría a reponer fuerzas durante los días que pasamos en la zona, ¡todo un acierto!

(Mary comenzando la faena)

Si no me falla la memoria creo que fue esa noche cuando los negros nubarrones bajaron al valle y por la noche nos cayó una tormenta de aupa, la verdad que la más duras que vivimos en nuestros viajes a los Pirineos, aunque la última siempre parece la más.... Menos mal que al día siguiente el tiempo despejó y empezamos a patear por las alturas, no muy alto, nosotros somos más de paseos de disfrute contemplativo que de esfuerzos alpinos.

JFCamina

Para referencias sobre la zona correspondiente en www.jfcamina.es


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* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.