Puertos de la Cordillera Cantábrica |
San Isidro - León |
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Hayedo de Iyarga |
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León |
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Lillo,10/2024 |
JFCamina, 2024 |
Hayedo de Iyarga(Un paseo muy otoñal)
Mapa IGN: 79-IV “Pueba de Lillo”
Información extra: “Topónimos de Puebla de Lillo” (J.V. Puebla de Lillo 2023) por Jesús Santos, Francisco Robles, David del Prado y Martín Bercinanos.
Inicio recorrido: Entrada Pista A.R. Erta. Pegarúas – Ctra. LE-331 Km 29,3 / T.M. Puebla de Lillo – León
Objetivos: Monte de Iyarga, T.M. Puebla de Lillo – León
Recorrido: Entrada Pista A.R. Erta. Pegarúas – Ctra. LE-331 Km 29,3 / Lillo – León (1185 m.a.) – Desvío Dcha. Pista A.R. Erta. Pegarúas (1230 m.a.) – Paso “canadiense” (1305 m.a.) – Desvío Izq. Pista Valle de Iyarga (1315 m.a.) – Puente Arroyo Respina (1310 m.a.) – Entrada Monte Iyarga (1320 m.a.) – Alto Panorámico al Susarón (1475 m.a.) – Pradería y pinar (1365 m.a.) – Canto Fernandón (1315 m.a.) – Área Recreativa Erta. Pagarúas (1230 m.a.) – Crucero Pista A.R. Erta. Pegarúas (1230 m.a.) – Entrada Pista A.R. Erta. Pegarúas – Ctra. LE-331 Km 29,3 / Lillo – León (1185 m.a.).
Distancia Circular: ± 9,5 kms / Tiempos: 3,0 horas
Desnivel: ± 350 mts. de ascenso y su correspondiente descenso.
Terreno: Pista Forestal
Señalización: No.
Pequeña circular llena de color Otoñal en torno al monte de Iyarga´(Puebla de Lillo-León) y su precioso hayedo, además de sus amplias panorámicas. Un valle que habitualmente pasa desapercibido al prestar mas interés la gente por el cercano bosque de La Cervatina. Nosotros, somos un poco diferentes y preferimos lo menos popular y solitario, así un par de veces al año el monte de Iyarga y su gran vega visitamos, en cualquiera de las estaciones del año, realizando distintos recorridos circulares. El que hoy traemos aquí es el más básico y quizás el más bonito, precisamente dos semanas antes habíamos estado con unas amigas y nos juramos volver cuando el otoño cromático estuviera a tope para hacerle un bonito reportaje. Como somos de palabra volvimos a finales del Octubre del 2024 para recorrer el monte de Iyarga por su precioso hayedo (fayéu que decimos en Asturias) el cual resulta muy cómodo para realizar por casi todas las personas, pues al ser todo por ancha pista forestal no ofrece apenas dificultad.
Realizada la pequeña presentación lo siguiente que debemos hacer es explicar donde estacionamos bien el coche e iniciamos la ruta andariega de una guapa jornada otoñal. Bajando por la carretera LE-331 desde el Alto del Puerto San Isidro (linde entre Asturias y León) hacia la Puebla de Lillo, justo unos 2,3 kilómetros antes de llegar al pueblo citado, al inicio de la gran Recta Silvan, existe una curva donde se inicia una pista forestal y minera que nos deja un buen espacio para aparcar varios coches. Esta ancha pista va hacia la cercana área recreativa de la Ermita de Peragúas aunque antes se bifurca a la derecha para convertirse en una pista minera que atraviesa las preciosas vegas de Iyarga hacia las antiguas explotaciones de talco (Minas de la Respina) en la base Sur-Occidental de los picos Ausentes y Requejines, esta será la nuestra.
(01 Entrada Pista A.R. Erta. Pegarúas – Ctra. LE-331 Km 29,3 / Lillo – León, ± 0,0 K / ± 1185 m.a. / ± 0,0 horas)
(Runbo Sur-Occidental por la pista del A.R. Erta. Pegarúas)
(Al NO brillan las cumbres de los Picos Ausente y Requejines)
(Al SE asoman las altas cumbres del Macizo de Mampodre)
Ya en marcha rumbo Sur-Occidental cruzamos el silencioso cauce del río Silván sin apenas darnos cuenta. Entre verdes praderías vamos con la vista puesta en el hayedo del Monte la Silva a nuestra mano izquierda, el cual tiene una color otoñal precioso, un pequeño anticipo de lo que nos espera. Avanzamos muy cómodamente por la ancha pista pero siempre muy atentos al tráfico de los ganaderos de la zona y algún “senderista” que acerca el coche hasta el área recreativa. Nosotros caminando desde el inicio y así llegamos a un cruce que, a la izquierda, nos informa que a 750 metros, 15 minutos, se encuentra el área recreativa. Nosotros nos vamos a la derecha ya sin señales, por la izquierda, si todo sale según lo previsto, volveremos.
(A la vista el objetivo del día, el colorido Monte de Iyarga)
(El escaramujo con un rojo rabioso)
Este pequeño tramo andariego que no llega al kilómetro es muy vistosón pues tenemos tras nuestro buenas vistas de las montañas que rodean a Lillo y asoman las altas cumbres del Macizo del Mampodre. Al frente vemos la cumbres del Pico Ausente, el Peñanevares (Redondo) y La Cuerna. También vemos una cumbre más cercana, La Barracona, que se muestra todo cubierta de un colorido otoñal que asusta, esta última será nuestro objetivo. También oteamos más cumbres, como la del Mahón sobre La Cervatina, pero las vamos dejar para el final. Pues nada iniciamos el circuito andariego tomando el giro a la derecha, al NO, para seguir cómodamente avanzando. Ahora la Peña Lázara se manifiesta en todo su esplendor, aunque la que más atrae nuestra atención es la que comienza a emerger a nuestras espaldas, sí, la gran pirámide caliza del Susarón, la atalaya más panorámica de la zona.
(02 Desvío Dcha. Pista A.R. Erta. Pegarúas, ± 0,8 K ± 25 min / ± 1230 m.a.)
(Iniciamos el circuito con un cambio de rumbo a NO y Peña Lázara a la vista)
Sin apenas darnos cuenta pronto nos enfrentamos con el bosque que pensamos disfrutar muy cerca, casi de bruces, pero el barranco por donde discurre el arroyo Respina nos impide aún adentrarnos en él. Seguimos un poco más con las impresionantes vistas montañeras al frente de Peñanevares (el Redondo para el IGN), Cuerna y el Agujas al frente. A nuestra mano izquierda, el color otoñal está en su máxima expresión, estaba justo como lo deseábamos, así que paramos un buen rato para contemplarlo y sacar las primeras fotos.
(El hayedo a disfrutar muy cerca, aunque un barranco no impide pasar)
(Toca seguir caminando pista adelante hasta encontar el paso bueno)
(Al frente las grandes cimas de Peñanevares, Cuerna y Agujas)(-Félix, parece que pillamos el día perfecto)
(La zona del Pico Ausente muy presente en el plano de avance)
(-Vaya si está guapo, hoy triunfamos)
Salvada la primera impresión visutal, soltamos la cámara por un rato y seguimos por la ancha pista hasta entrar en el valle de Iyarga justo donde un “paso canadiense” que tras dejarlo atrás debemos seguir por la pista principal descendiendo levemente hacia las verdes vegas. Apuntar que en este punto, a nuestra mano derecha, sale una pista forestal que sube hasta la escondida laguna de Robledo, en la que precisamente estuvimos hace quince días. Nosotros hoy por lo más cómodo entrando en el valle en busca del desvío que nos permitirá cruzar el arroyo Respina y adentrarnos en el bosque.
(03 Paso “canadiense”, ± 1,7 K / ± 1305 m.a. / ± 30 min)
(Es complicado soltar la cámara de la mano)
(Preciosas las calizas de Peñanevares, Cuerna y Agujas)
Con la vista puesta en la gran mole caliza de Peñanevares y La Cuerna, además del colorido hayedo y la verde vega del valle de Iyarga, vamos perdiendo un poco de cota, unos cuatrocientos metros hasta que encontramos un desvío de pista a nuestra mano izquierda. Tomado el desvío que nos llevará hasta el encuentro de arroyo Respina (nombre de la explotación minera ubicado bajo el Pico Ausente) será unos trescientos metros de tranquilo transitar hasta tropezar con el puente.
(04 Desvío Izq. Pista Valle de Iyarga, ± 2,1 K / ± 1315 m.a. / ± 40 min)
(Un poco más de pista y pronto el puente sobre el arroyo Respina)
(Los cambios de luz hace que el colorido manto sea un poco diferente en cada foto)
(05 Puente Arroyo Respina, ± 2,4 K / ± 1310 m.a. / ± 45 min)
Sobrevolamos el tranquilo arroyo y la pista continua durante todo el recorrido de la verde vega, aunque nosotros solo utilizaremos unos docientos metros de ella, pues pronto tropezaremos con otro desvío a izquierda que ya nos adentrará bajo la colorida techumbre de los árboles.
(Dos cientos metros más de pista y pronto bajo los árboles otoñales)
(06 Desvío Izq. Entrada Monte Iyarga, ± 2,6 K / ± 1320 m.a. / ± 50 min)
Como decimos popularmente… ¡Comienza el baile! Efectivamente ya estamos en la danza dorada de La Seronda (otoño) que tanto nos gusta, pena que dure tan poco. Ahora es solo dejarse llevar caminando y disfrutando bajo los dorados árboles otoñales. Multitud de detalles nos vamos a encontrar en este relajado paseo que ahora comienza a inclinarse un poco bosque para arriba. Muchas y muy variadas setas, toca agacharse un poco para tratar de “fotearlas” lo mejor posible, especialmente las que en medio de la pista nacen. Después están las que se encuentran en los laterales, sobre los troncos de los árboles. Pequeños regueros laterales surcan la colorida ladera y gran belleza natural, con numerosos matices, se nos manifiesta a cada metro que avanzamos.
(¡Comienza el baile!)
(Por cómoda pista forestal comenzamos a disfrutar bajo la techumbre otoñal)
(Serán numerosos los detalles a disfrutar y fotografiar)
(Grandes rocas verdes a lado de la ancha traza con su helechos)
(Setas de todos los tamaños y clases que no vamos a ponerles nombre)
(Los montones de piedras totalmente cubiertas de musgo atraen mucho nuestra atención)
(También los troncos solitarios con...)
(... preciosos detalles colgados sobre él)
(Las setas más minuscules son las más seductoras)
El recorrido en sí ya no necesita muchas más explicaciones solo dejarse llevar y estar muy atentos a las diferentes bifurcaciones que la pista forestal nos ofrece. Así llegamos a un punto donde vemos que asciende un gran ramal por la derecha y nosotros debemos dejarlo de lado para seguir de frente. Toca continuar observando y disfrutando, además de fotografiar.
(07 Desvío Izq., ± 3,4 K / ± 1380 m.a. / ± 1 h. 5 min)
(Las pequeñinas siempre muy atrayentes)
(Multitud de tonos otoñales con algún toque verde dejando un contraste...)
(Diversas riegas cargadas de hojas surcan el bosque)
(Entre el musgo y las ramas caidas... ¡las pequeñinas!)
Para arriba, pero no muy pendiente, atentos a todos los detalles otoñales que el día de autos estaban que se salen. !A punto de caramelo! que nosotros solemos decir. Llegamos a un punto donde la ancha pista realiza una gran curva y suavemente cambiamos el rumbo Occidental, que llevábamos desde que nos adentramos en el hayedo, al Oriental. En esta circunstancia del recorrido observamos que por la derecha sale una pista a la cual no le haremos mucho caso y seguiremos de frente.
(Una amplia curva a izquierda nos hace cambiar de rumbo)
(08 De Frente, ± 4,2 K / ± 1440 m.a. / ± 1 h 25 min)
(Estas setas tipo "esponja" siempre son muy llamativas)
(Ahora llaneando un poco parece que lo inclinado del bosque se acabó)
Con el nuevo rumbo Oriental que hemos tomado la ancha traza sigue aún ascendente pero solo trescientos metros donde parece que alcanzamos un alto, como la cumbrera del bosque, aunque realmente la misma parece que queda más adelante. Zona donde observaremos varios tejos entre las grandes hayas del bosque, su llamativo color verde destaca con fuerza sobre las doradas ramas que lo tienen acorralado.
(Un tejo / texu en mitad del hayedo dejando un gran contraste, no será el único)
(09 Alto Intermedio - Texu, ± 4,5 K / ± 1455 m.a. / ± 1 H. 30 min)
Medio kilómetro casi en llano, solo veinte metros de desnivel ascendente, para seguir disfrutando del hayedo del Monte de Iyarga. Por el camino tropezamos con excrementos de fauna salvaje en mitad del camino entre las doradas hojas caídas, seguro que rebecos pues en varias ocasiones por aquí los encontramos pues tienen muy cerca las rocas calizas de la Peña La Barrancona.
(Esta seta parece que está un poco de "capa caida")
(Dice Mary que por aquí no hace mucho que pasaron unos rebecos)
(Comienzan a dejarse ver los robles)
Justo cuando vemos una gran roblón a la margen derecha de la ancha pista alcanzamos el punto cumbre de la jornada con sus 1475 metros de altitud. Cinco kilómetros de distancia desde el punto de inicio de la ruta y no llega a las dos horas en una jornada de velocidad contemplativa. ¡Ah! También +350 metros de desnivel ascendente, ahora justo empezará el negativo del descenso.
(Un gran roblón nos dará el banderín de llegada al punto más alto de la excursión)
(10 Alto Panorámico al Susarón, ± 5,0 K / ± 1475 m.a. / ± 1 h 45 min / 350 mts. D+)
El Susarón es el gran protagonista del punto álgido de este pequeño circuito muy otoñal. Su gran pirámide caliza destaca con fuerza sobre el bosque multicolor, siempre él tan gallaspero. A la mano derecha destaca la cumbre del pico Mahón y el inicio del resto de cumbres de la Sierra de la Cuerna. Bajo ellas una preciosa alfombra muy otoñal como es el bosque de La Cervatina y anexos. La verdad que todo un placer para todos los sentidos y algún extra.
(Saludamos también al Pico Mahón y su ladera multicolor)
(Ahora cuesta para abajo con toda la comodidad que nos ofrece la pista)
Tras este punto más alto de la jornada y casi el punto medio del recorrido, iniciamos el descenso por la ladera Sur del Monte de Iyarga, la cual ya no será tan tupida como la Norte, pues tendrá muchos claros que nos permitirá disfrutar de unas vistas espectaculares hacia toda la ladera boscosa norteña de los picos Susarón, Mahón y los de la Sierra la Cuerna. Sin lugar el más popular el conocido como La Cervatina.
(Coleccionando roblones, más abundantes en esta ladera sureña)
(Pese al gran número de setas encontradas no renunciamos a inmortalizarlas)
(La ladera Sur es mucho más abundante el roble que en la Norte)
Esta ladera norteña tiene también una clara diferencia en cuanto a la variedad de árboles que conforman este precioso bosque del Monte de Iyarga. Aquí, además de las clásicas hayas, aparecen los robles, tan grandes como centenarios. La vegetación a pie de pista tiene muchos helechos, en esta ocasión todos amarillos. Aparecen acebos (carrascos para nosotros) y al final llega el pinar. El dorado de los los árboles de hoja caduca en claro contraste con las hojas perennes. La traza a seguir sigue toda por ancha pista con un surtido de setas muy llamativo, a estas alturas de la película ya cuesta un poco doblar el espinazo para sacar la enésima foto de una llamativa seta. La verdad que la subida no fue muy pronunciada y el descenso tampoco es demoledor, sigue la misma cómoda tendencia de suavidad.
(Así apuntamos otro gran roblón)
(El bosque por esta ladera es más abierto y la luz entra mejor dejandonos guapos brillos)
Como ya hemos anticipado unos párrafos atrás, aquí el bosque no es tan tupido y entre los claros de los árboles nos enmarcan unos preciosos cuadros otoñales dignos de imprimir para el salón de casa. Así disfrutamos de un magnifico encuadre del Pico Mahón con todo el gran boscazo de La Cervatina bajo sus doble cima. Si nos fijamos con cierta curiosidad, a su derecha asoman una cumbre caliza al fondo, creemos que se trata del gran Bodón del Curueño. Lo decimos porque la sierra donde se sitúa el Mahón divide las cuencas del Porma (donde nos encontramos) y la del Curueño (por donde asoma la cumbre gris del Bodón de Valdelugueros). Muy entretenido todo, sobre todo para nosotros que somos muy amantes de la zona, por algo parte de nuestros ancestros son de estos bellos parajes de la montaña de León.
(A mayor entrada de rayos solares... ¡Más brillos otoñales!)
(Una preciosa ventana otoñal con el Pico Mahón muy visible)
(También de colorido bosque de La Cervatina y al fondo asoman las calizas del Curueño)
(Otro roblón más para nuestra personal colección Quercus)
(¡Y más setas!)
(-Mary, ten cuidado que ese trasgu parace que tiene cara de mala leche)
(Los helechos / felechos muy amarillos, sin garrapatas seguro)
(Y los acebos / carrascos muy cargados de sus rojos frutos)
En un punto del descenso debemos trazar una gran curva sobre zona ya de verdes pinos dejando de lado un claro cortafuegos del pinar. Cambio de rumbo momentáneo a Sur-Occidental y al poco de hacerlo nos encontramos con tres burros en medio del camino con cierta cara de sorpresa y curiosidad. Con los equinos delante de nosotros descendemos hacia una buena zona de pradería muy panorámica donde otros tres colegas les esperan. Una faena, pues en este punto pensábamos comer nuestro bocata de monte.
(11 Curva Dcha. No Cortafuegos, ± 5,8 K / ± 1400 m.a. / ± 2 h)
(Dejamos de lado el cortafuegos y seguimos bajando con el nuevo rumbo)
(Con el nuevo rumbo vemos al frente al Sierra de la Cuerna y Campomuelle)
(Momentaneamente dejamos de lado los pinos y nos adentramos en tierra de hayas)
(¡Sorpresa!)
(De nuevo a campo abierto con la Sierra de la Cuerna muy visible)
(También de las cumbres del Mahón y el Susarón con el manto otoña a sus pies)
No pudo ser el comer en el transito del hayedo y el pinar el bocata, sí los equinos se mostraban muy curiosos con nuestra presencia y nos marcaban muy de cerca. Lo que si pudimos hacer fue unas cuantas fotos con los curiosos cuadrúpedos de orejas largas. También nos dejó un poco de margen para disfrutar de las panorámicas de casi toda la cuerda de la Sierra de la Cuerna y bajo ella la verde mancha de la majada de Campomuelle. Esta zona linde con las cumbres del mi pueblín de Villaverde de la Cuerna, como es fácil de comprender, es muy querida por nosotros y varias circulares por la zona hemos realizado en varias ocasiones, todo un placer.
(12 Pradería y pinar, ± 6,3 K / ± 1365 m.a. / ± 2 h 10 min)
(-Félix, ten cuidadín que te quieren registar la mochila)
(-Mary, creo que va ser complicado comer aquí el bocata)
Dejamos atrás los burros y las grandes panorámicas de los coloridos bosques de la zona, damos otro giro al Oriente continuado por la ancha pista adentrándonos de pleno en el pinar. A partir de aquí era esperar encontrar un sitio guapo para comer el bocata, momento en el cual uno siempre se vuelve impaciente y se hace esperar.
(-Venga dejalos, más abajo comemos el bocata)
(De lleno en el pinar pero con una vistas muy otoñales hacia la otra ladera del Mahón )
(Tambien hacia el Susarón y su manto multicolor)
Casi un kilómetro tardó en llegar el punto ideal para dar cuenta del bocata. Se trata del Canto Fernandón el cual queda a la derecha de la pista, de la cual nos tenemos que salir unos metros para disfrutar de sus posibilidades de salón-comedor con una panorámicas de lujo. El nombre de este canto, al igual que el del Peñanavares lo tomamos prestado del fabuloso mapa de toponimia local (ver referencia en la ficha de inicio del reportaje) sito en la salida de Lillo en busca del inicio de la ruta señalizada de La Cervatina, ascensión clásica al gran Susarón o también el Valle de Celorno. Todo un lujo contar con toda esta información al pie del camino, un ejemplo que muchas instituciones deberían seguir para que esos nombres de los lugareños no se pierdan para siempre. Tema que a nosotros se nos escapa un poco pues somos más de disfrutar de los bellos rincones que de saber realmente como se llaman, solo cuando llegamos a casa nos interesamos un poco más y aquí queremos dejar constancia de una excelente labor.
(13 Canto Fernandón - Panorámica Cervatina, ± 7,2 K / ± 1315 m.a. / ± 2 h 30 min)
(-¡Menudo espectáculo natural")
(-¡Y tanto! Todo un lujazo)
(-Venga Mary, vamos que tira un poco de rasca)
Como os podéis imaginar fue un bocata lleno de color, pues el bodegón otoñal que ante nosotros teníamos era de una puntuación extra, casi incontable. Un buen rato allí estuvimos señalando las cumbres ya citadas y las grandes manchas multicolores que bajo ellas existen. La gama de colores es muy variada y según la luz del momento, que si entra o sale una nube, la gran manta vegetal cambia y una foto no es igual que a la anterior tomada o a la siguiente, más teniendo en cuenta que el día estaba muy juguetón con las nubes otoñales. Un buen rato nos tiramos en la cómoda atalaya de Canto Fernandón y la verdad que costó un poco arrancar. Tuvo que ser una pequeña ráfaga de aire otoñal quien nos invitara a levantar las posadera y volver a echar la mochila al hombro.
De nuevo sobre la ancha traza forestal solo queda dejarse caer realizando unas pequeñas revueltas hasta llegar a las inmediaciones del Área Recreativa de la Ermita de Peragúas donde entroncamos con la pista del camino señalizado de La Cervatina (PR LE 28).
(Esta setas no podían faltar, unas clásicas de la Madre Naturaleza)
(Y tampoco nuestras amigas las vacas, aunque nos miren con cara susto)
(Entroncando con la pista de La Cervatina en las proximidades del A.R. Peragúas)
El Área Recreativa de la Ermita de Peragúas es un bonito rincón de esta zona donde cómodamente se puede comer el bocata, recordamos muy bien cuando nosotros la primera vez que hicimos La Cervatina, cuando los guajes eran pequeños, aquí lo hicimos. En este punto también puedes visitar la ermita que da nombre al lugar, aunque en esta ocasión no tocó. Mary prefirió escudriñar la peña en busca de rebecos, como casi siempre tiene suerte y media docena de los reyes de la montaña encontró comiendo en alguna mancha verde entre la plateada caliza que cae sobre el área recreativa.
(14 Área Recreativa Erta. Pagarúas, ± 8,1 K / ± 1230 m.a. / ± 2 h 40 min)
(Nos encantan estas preciosas señales del PR-LE 28)
(Los rebecos no pueden faltar en esta preciosa zona de Lillo)
(Desde la distancia echamos un vistazo a la Ermita de Peragúas)
Atrás los rebecos, el área recreativa y la ermita, aunque esta desde la distancia, toca atacar el último kilómetro y medio para acabar nuestro guapo recorrido otoñal. Sí, aunque antes deberemos cruzar el arroyo Respina y cerrar el circuito en el punto n.º 2 de nuestro “track”. En el punto de cierre del recorrido circular echamos una mirada hacia el cercano bosque de Celorno el cual está precioso de color y es una excursión muy recomendable de hacer desde el Puebla de Lillo, donde también arranca La Cervatina pero esta senda no cruza el río Celorno que da nombre a este pequeño valle y sigue a su vera hasta llegar a este punto donde ahora nos encontramos y podemos observar su señalización.
(Una mirada hacia el colorido bosque de Celorno)
(02 Cierre de circuito, ± 8,7 K ± 2 h 50 min / ± 1230 m.a.)
Los últimos cientos de metros los realizamos contemplando el esplendido color otoñal que nos ofrecía el Monte Silva, la luz le iluminaba muy bien, en claro contraste con la verde pradería y las vacas blancas que pastaban tranquilamente. Realmente fue un bonito broche de oro y brillantes, nunca mejor dicho, a una bonita jornada otoñal. Un recorrido corto pero muy intenso el cual solemos realizar una vez al año, aunque en el presente ya lo hemos hecho en tres ocasiones. Alguien le parecerá un exceso pero a nosotros esta zona nos encanta y nos relaja mucho, así cuando no queremos hacer montaña dura hasta aquí venimos y estiramos las piernas. Los que nos conocéis un poco ya sabéis que la vertiente Sur del Puerto San Isidro (en la que nos encontramos) siempre fue nuestro patio de recreo desde niños, así que…
(Como despedida una mirada muy otoñal hacia el Monte Silva)
(01 Entrada Pista A.R. Erta. Pegarúas – Ctra. LE-331 Km 29,3, Lillo – León, ± 9,5 K / ± 1185 m.a. / ± 3,0 horas / ± 350 D+)
Ya en el coche solo queda cerrar el “track” que nuestro GPS ha ido grabando silenciosamente el cual, junto con los puntos que nosotros hemos considerado clave, ahora compartimos como colofón de un reportaje lleno de colorido otoñal, de seronda o tardíu como decimos en la vertiente Norte de nuestra querida Cordillera Cantábrica. Todo un placer.
(Nuestro recorrido otoñal por el Monte Iyarga/ ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL’)
(Enlace para una visualización directa en Wikiloc)
Advertir que con respecto a todos los documentos asociados a jfcamina: “Solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos. Queda a la responsabilidad de cada uno la utilización correcta del mismo, además de tomar todas las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad. También lo relacionado con la legislación administrativa y ambiental del espacio donde nos estamos moviendo”.
Al fin cumplimos el objetivo que nos marcamos quince días antes de volver en el otoño más explosivo al hayedo de Iyarga y plasmar gráficamente toda su belleza, aunque para expresar al cien por cien todas las sensaciones disfrutadas lo mejor es hacerlo en vivo y en directo. Apuntar que esta excursión corta, casi no llega a los diez kilómetros y de escaso desnivel, se puede complementar con una visita a la escondida laguna de Robledo, una bonita mancha de agua en medio de un bonito pinar norteño. Solo damos ideas, queda de cada cual enriquecer su acervo andariego experimentando por la zona, y si tienes suerte podrás ver los ciervos o al menos sentirlos berrear. Sin más fotografías ni rollo no queda otra que despedirnos…
¡Hasta pronto!
JFCamina
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