Asturias

El Mirador de Ordiales

Picos de Europa, 26/10/2010

JFCamina, 21/11/2010

 

El Mirador de Ordiales

Un excelente balcón sobre Mar y la Cordillera.

Mapa: Macizo Occidental de los Picos de Europa de M. A. Adrados.

Inicio y fin : Pan del Carmen, Lagos de Covadonga (1.080 m.a.), Asturias.

Distancia: ± 17 = 8,5 x 2.

Tiempos: 3 h 30' el ascenso y 2 h 20' descenso.

Desnivel: 625 mts. ascenso.

Terreno: Vereda montañera sobre verde pradera y blanca caliza.

Señalizacion: Justa, camino muy pisado.


 

Tardamos un poco, pero para ir a este soberbio paraje hay que escoger el día, no se puede ir en uno cualquier, debe reunir unas condiciones meteorológicas de muy buena visibilidad, las excelentes e inmejorables panorámicas que desde tal balcón la madre naturaleza nos ofrece requiere un día escogido, nosotros lo hicimos y con una compañía muy especial, ¡gracias chic@s!

 

* Primer largo andariego: Pan del Carmen - Refugio de Vegarredonda.

Llegamos a Pan del Carmen (± 1.080 m.a.) un poco tarde, organizarse ocho personas de diversos puntos de Asturias, a veces, resulta un poco complicado. El grupo excursionista estaba formado por gente muy heterogénea, con un lazo común: La Amistad.

(Pan del Carmen, inicio de la marcha, a ± 1.080 m.a.)

Así que a las 11:30 h. arrancamos en un día precioso, de esos que no tenemos todos los días que deseamos. La suave bajada hasta el Pozo del Alemán animó a la gente, así que Angel y un servidor se quedaron solos sacando fotos. ¡Era igual!, nosotros… ¡a lo nuestro!, a sacar precisosas fotos del Pozo del Alemán, ¡había que aprovechar!, un día así no se tiene todos los días. La luz no era la más favorable, pero no puede uno perder estas ocasiones, igual a la bajada estaba el tiempo encapotado, ya teníamos experiencias al respecto así que….

(Fotos de la zona del Pozo del Alemán)

(El agua cristalina invitaba a desarrollar nuestra afición, la fotografía)

El grupo iba a buen paso, parece que los veteranos están con ganas, el terreno era muy favorable y las cuestas no eran importantes. En Poco tiempo estamos a los pies de Vega la Piedra y su hermosa fuente nos da los buenos días ofreciéndonos un fuerte chorro de agua cristalina.

(¡Esperad!)

(El otoño ya se ha instalado en los Picos de Europa)

A la entrada de Vega la Piedra lo primero que llama nuestra atención es la enorme piedra que en el medio del camino nos encontramos, nos recuerda mucho a la que hay en los puertos de Aliva, ¿igual tiene el mismo origen glaciar?, lucubramos un buen rato sobre ello y leemos las inscripciones que en ella hay grabadas.

(Vega la Piedra, a ± 1.120 m.a)

(En Vega la Piedra tenemos unas vistas privilegiadas del Sueve y el Cantábrico)

Este paraje tiene un encanto especial, un pequeño bocado de lo mucho que nos queda por delante, esto nos empieza a entretener un poco, llama mucho la atención esta pequeña preciosidad. Nosotros no tenemos prisa, coincide con nuestra forma de andar por la naturaleza, primero la contemplación y después… ¡el resto!, pero hay otros que no lo entienden así y se empiezan a poner nerviosos.

(Panorámica privilegiada del Sueve)

(Panorámica privilegiada del mar Cantábrico)

Dejamos atrás esta preciosa majada de los Picos y afrontamos la primera cuesta, pero no podemos avanzar mucho pues al mirar hacia atrás tenemos unas impresionantes vistas del Sueve y del Cantábrico, incluso llegamos a observar un barco navegando, esto lleva su tiempo de contemplación y admiración, por lo que al llegar al collau de la Prida (± 1.230 m.a.) los que no habían parado aún que lo hagan y todos disfrutemos de tan magnífica panorámica.

(Collau de la Prida, a ± 1.230 m.a.)

Ante tanta distracción algunos se empiezan a poner nervios, ¡no hay manera!, pero no hay mucha prisa, a pesar de que ya es un poco tarde, pero queremos disfrutar del día que nos ha tocado.

Superar la cuesta del collau La Prida tiene como premio entrar, para mí, en una de las vegas más guapas de Asturias, hablamos de la Vega de Canraso, una preciosa pradería regada en toda su extensión por las lágrimas recién caídas de la mejor caliza de los Picos de Europa. A pesar de la seca tenemos que tener cuidado de no empapar nuestras botas.

(Vega de Canraso, a ± 1.230 m.a.)

Echo de menos al ganado, en la primera ocasión que aquí estuve, en la primavera del 2008, todo estaba lleno de vacas y terneros, era un verdadero vergel ganadero, ahora, las reses ya están en los pastizales de los valles, el invierno está ya muy cerca.

(Amplia panorámica de Vega de Canraso desde la subida a La Rondiella)

Al mirar hacia atrás, la Sierra del Sueve y su picu insignia, el Pienzu, se muestran en todo su esplendor, se pueden observar los pueblos que bajo su gran mole se cobijan, Arriondas es el principal, pero hay otros de orden menor que llaman mucho su atención. Así que es normal que nos vayamos parando para recrearnos, contemplando y lucubrando, además nos permitía esperar por los más rezagados que habían perdido el móvil, ¿dónde andaría?

La contemplación de Canraso ya ha quedado atrás y ahora toca contemplar las grandes moles calizas que se nos presentan, la torre Santa María es el buque insignia, pero pronto nos olvidaremos de ellas y nos centraremos en el precioso entorno de la majada de La Rondiella, un paraje ubicado a ± 1.370 m.a. con singulares construcciones ganaderas, no hay ganado, no así a la bajada, unos hermosos caballos le ponían un punto más de belleza al lugar.

(Majada de La Rondiella, a ± 1.370 m.a.)

Aprovechamos la parada contemplativa para esperar por los rezagados, que aún venían pensando en dónde les había caído el móvil, y hacer un reagrupamiento de la expedición. Tanta belleza presta compartirla con los amigos que uno más cerca tiene en ese momento, aunque nos dejas de acordarte de los que se quedaron en casa, es inevitable.

(Atrás nos queda el Sueve y ...)

(...por delante tenemos la torre Sta. María)

La subida hasta el refugio de Vegarredonda, primera parte del trayecto del día, va justamente marcada, sin excesivas señales que nos puedan hacer pensar que estamos en la calle Uria de la capi, en momentos va balizada por una filera de piedras muy simpáticas que nos pueden resultar excesiva, pero en el caso de que la niebla esté un poco baja, especialmente a la vuelta, porque me imagino que en el caso que fuera a la ida sería una temeridad el seguir para arriba, seguramente que veríamos lo prácticas que son.

(Siguiendo la filera de piedres camín del refugio de Vegarredonda)

Santiago y Mary van delante, así que son los primeros en alcanzar el collau Gamonal, a ± 1.450 m.a. y contemplar, primero, el refugio viejo de Vegarredonda y después los tejados del nuevo. Desde esta pequeña atalaya de la Gamonal ya tenemos una pequeña visión del recorrido que vamos a realizar en la segunda parte el acceso al Mirador de Ordiales, nuestro objetivo deseado y muchas veces fracasado, no por no llegar, sino por no ver nada desde su balcón, Alfonso y Santiago saben algo de eso.

(Collau Gamonal, a ± 1.450 m.a.)

Tenemos que perder casi cincuenta metros de cota para llegar al refugio, esto siempre fastidia un poco, pero en este caso, viendo el día que tenemos… ¡no importa!, ¡ye lo de menos!, hoy creo que va a ser un día ideal, digo creo porque nuestra primera experiencia de subir al Ordiales, en mayo del 2008, fue muy frustrante, salimos con un día esplendido y a la altura de La Rondiella comenzó a cerrar y en el refugió nos cayó una trompa impresionante de agua aderezada con truenos, fue horrible, tuvimos que dar la vuelta ya que el tiempo ya no levantó, no fue la típica tormenta de verano, así que aquí estamos de nuevo, hoy creo que sí va a ser el día.

(Tenemos que perder casi cincuenta metros de cota para llegar al refugio)

A la entrada de la zona del nuevo refugio de Vegarredonda nos encontramos con un poste de direcciones, al Jousantu, Fuente Prieta, al Mirador de Ordiales, de momento las dejamos de lado y le hacemos caso a la que nos indica el fin de este primer largo andariego, al refugio, para otra ocasión nos encantaría ir hasta el Jousantu, tiene que ser impresionante, pero….¡para otra ocasión!

Con un tiempo de risa alcanzamos el primer objetivo del día, Vegarredonda, a ± 1,410 m.a., a 4,5 kms desde donde dejamos los coches en Pan del Carmen. Para nosotros (Mary & JF), este lugar no es de nuestro agrado, siempre recordamos la primera ocasión que aquí estuvimos, cuando empezó a diluviar y los encargados del refugio solo se preocupaban de que les estábamos quitando el techo a los caballos, no tuvieron ni el más mínimo gesto de invitarnos a pasar pero….¡qué le vamos facer!, esperamos que esto solo hubiera sido un situación aislada y nada más, hoy no está abierto así que no tuvimos oportunidad de comprobarlo, si leímos que había ciertos problemas con los servicios.

Eran las 13 horas, un buena hora, ideal para alcanzar el mirador sobre la tres de la tarde. Los veteranos ya nos habían planteado que “la juventud” tiráramos delante, que ellos iban a su ritmo e igual se quedaban en Vegarredonda, nosotros nos negamos, ¡todos juntos!, poco a poco…¡llegaríamos!, ¡nun hay prisa!.

(Primera foto de familia de grupo expedicionario)

Así que nos refrescamos un poco y sacamos la foto de grupo y… ¡todo para arriba!. Ahora es el momento de dejaros el video resumen de la primera parte de esta marcha, el trayecto más verde y precioso de esta clásica de Los Picos de Europa, disfrutarlo y descansar un poco para afrontar la parte más blanca y caliza

 

 

* Segundo largo andariego: Refugio de Vegarredonda - Mirador de Ordiales.

Tras el refrescante descanso, aunque no hace calor, un poco de agua fresca ayuda a relanzar el motor del cuerpo, afrontamos la segunda parte de la excursión del día. El día está precioso y muy bueno para ir recreandonos y fotografiando todo lo que nos encontramos. Miramos hacia atrás y vemos que ya han llegado al refugio el grupo que venía detrás nuestro, unos se quedan y otros continúan, esto nos viene muy bien para preguntar si alguien se topó con un móvil por el camino, como siempre lo del “aparatu”… ¡ye lo de menos”, lo importante ye la agenda.

Ahora transitamos por una senda pedrera caliza muy marcada y donde las señales, casi son lo de menos, ya que solo uno tiene que dejarse llevar, ¡hombre!, ¡claro está!, que siempre hay alguien que se “sale de madre” y acaba liándola, pero de esos siempre los hay en todas las partes y son los que estropean el día a los demás.

(Angel, arriba, y Fernando y Alfonso, abajo, negociando la subida por el Cueñe Cerrada)

Nos adentramos por el Cueñe Cerrada arriba, con ánimos renovados, parece que todos tenemos claro que vamos a llegar juntos al balcón por excelencia de la Asturias Natural y Montañera, aunque Alfonso menea la cabezuca de vez en cuando, ¡hombre de poca fe!

Las miradas hacia atrás son una constante, especialmente en este trayecto, el horizonte marino está muy claro y lo que tenemos a nuestros pies…. Así que tenemos motivos más que suficientes para volver la mirada más de una vez y dos, es inevitable.

(No sobran las excusas para distraernos un poco)

Seguimos preocupados del móvil perdido, nos dejamos caer con la intención de que alguno de los del grupo nos alcance, pero aún están lejos y cuando esto ocurre, un solitario caminante, este no había encontrado nada y no venía con el numeroso grupo, ¡mala suerte!

Con estos entretenimientos tecnológicos, sin darnos cuenta, dejamos atrás el cueñe y alcanzamos la zona de El Forcau ( ± 1.650 m.a.), tenemos que bajar un poco, en lo que parece un gran “furacu” en la caliza, para volver a subirlo. Tras superar la natural depresión, nos encontramos con un guapo y curioso motivo fotográfico, formado por la conjugación del agua y la caliza, un efecto preciso y muy habitual en los Picos de Europa, pero no por eso nos deja de distraer un buen rato.

(Zona de El Forcau, a ± 1.650 m.a.)

(Como hay poco que contemplar....)

¡Venga vamos!, ¡qué nun llegamos!, efectivamente así era, íbamos parando mucho y entreteniéndonos con cualquier cosa, especialmente los dos que llevábamos las cámaras más a mano. Pero era inevitable que así fuera, a la altura de Campos de Torga las panorámicas sobre la rasa costera que marcan el Cuera, a nuestra derecha y el Sueve, a nuestra izquierda, son….¡impresionantes!, además los picos calizos que dejamos detrás nos distraen aún más.

(Otra paradina para contemplar...)

(... la reluciente caliza de los Picos de Europa...)

(... hasta casi G B)

A la altura del donde el GPS “Ordiales de Abajo”, Angel lo llevaba encendido para no perderse detalle por donde transitábamos, “voltiamos” y solo tenemos que ir en línea recta, aunque aún no vemos ni el refugio ni el mirador, unas peñas nos lo impiden. Pero lo que sí contemplamos fue una gran mole enfrente nuestro, ¡ye El Tiatordos!!!, ¡qué pasada!, y el que está al lado, en un plano posterior…¡ye La Ubiñona!!! , y a la izquierda…¡El Torres!!!!, ¡qué pasada!, del Mar Cantábrico a lo mejor de la Cordillera Cantábrica en un periquete y casi, en un mismo plano.

(Como eramos pocos....)

(... apareció el Tiatordos)

(¡Qué impresionate vista!)

¡Venga vamos p’arriba!, seguro que desde allí lo veremos mucho mejor y más. ¡Mirad!...¡los rebecos!, ¡ya os lo dije!, apuntó Alfonso, ¡qué guapos! Y… ¡cómo van!. ¡Jo!, nun hay manera de avanzar, otro rato de parada contemplativa, como había poco que ver…. Tratamos de fotografiar alguno, pero ya sabéis como se mueven, no hay manera de que estén quietos, estos son peor que los guajes cuando los llevas a sacar las fotos de primera comunión, ¡no paran!, menos mal que alguna salió medianamente bien.

(¡Mirad!...¡los rebecos!)

¡Al fín! llegamos al refugio del antiguo ICONA, a ± 1.650 m.a., en el mapa que portábamos, al lado figura una leyenda que dice: “Ruinas”, la verdad que no tiene pinta de ello, más bien de todo lo contrario. A la vez que nosotros llegamos a esta grandiosa vega de Ordiales, nos alcanza el grueso de la excursión que venía detrás, ¡no nos extraña!, y encima, no han visto ningún móvil por el camino que no fuera el de ellos, ¡mala suerte!, Manolo ya se va resignando, aunque cabe la posibilidad de que esté en el coche.

(Refugio del antiguo ICONA, a ± 1.650 m.a.)

Viendo que nos estaban pasando y en previsión que me copen la cima del mirador acelero un poco el ritmo y me adelanto, Mari y Santiago ya están en el objetivo va un rato, ya lo han visto todo y reclaman mi presencia para que llegue a tiempo y, libre de montañeros, logre sacar la inigualable belleza que desde tan magnífica atalaya sus ojos han contemplado.

¡Jo!, ¡Qué….!, me pongo un poco nervioso, que caída tiene, 1.000 m.a., no estoy cómodo en el lugar que me han dejado, no tengo sensación de seguridad, así que busco un emplazamiento donde pueda sacar las mejores fotos con plenas garantías para mi cuerpo.

¡Qué pasada!, todo Amieva, valle de Angón, Senda de la Jocica, Senda del Arcediano, Valpino y, casi, Peña Beza y Cantu Cabroneru a nuestros pies. Hacía solo, dos días que habíamos estado allí y lo teníamos todo muy fresco, recorríamos con la vista todo, además lo distinguíamos muy bien.

En las alturas, otro tanto de lo mismo, ¡menudo balconazo!, es innumerable la cantidad de cumbres que desde allí podemos otear, a modo de ejemplo, nombro algunas: el Pierzu, Sen de los Mulos, el Carria, el Tiatordos, las Ubiñas, el Torres y paro de contar porque sería interminable.

(Vistas desde el Mirador de Ordiales, a ± 1.700 m.a.)

Lo que más impone es la impresionante caída que hacia hacía el valle de Angón y la central de El Restaño, situadas a ±750 m.a., desde nuestra privilegiada atalaya situada a ± 1.700 m.a. se observaban perfectamente pero muy chiquitita. Se ve la marcada senda de la Jocica, donde hace unos cuantos años conocimos a una chica que nos enseñó lo que era un melandru, era su valle, el de Angón que siempre asociaremos su nombre, Tatiana, y al melandru.

Mary se sube a lo más alto de la peñasca del Mirador de Ordiales y me pone un poco nervioso, ¡ten cuidado!, el resto se ríe de mis miedos y prudencias pero… “uno ye como ye”, y… ¿qué pintas ahí?, me pregunta la gente, “Amo la belleza” y para conseguirla… ¡me sacrifico!, menuda foto guapa le saqué a la princesa montañera de jfcamina.es, realmente mereció la pena, y a última hora me subí a lo más alto para sacar un foto con Mary, la cual estaba radiante de contenta.

El resto de compañeros no paraba de hacer exclamaciones, especialmente Oscar, es normal estamos un paraje excepcional que no todos los días tienes la oportunidad de contemplar lo que ahora alcanzamos a ver, ya que son muchos los que llegan y pocos los que lo consiguen, las condiciones meteorológicas, la mayoría de las veces, te impiden disfrutar de todo esto que nosotros tenemos ahora.

Creo que la satisfacción era por partida doble, por tener la suerte de contemplar todo aquello y por haber llegado todos, nadie se quedó sin poder observar toda la belleza que desde este sensacional balcón nuestra vista alcanza, especialmente este precioso día.

Era hora de sacar una foto de grupo, la ocasión es muy especial, no podíamos marchar sin hacerla, sería imperdonable. La sesión fue larga, veamos alguna y aprovecho para hacer la presentación de todos los participantes, veamos una pequeña muestra:

(El fotógrafo, J.F.)

(Todos: J. Félix, Angel, Mary, Alfonso, Manolo, Fernando, Oscar y Santiago)

(Foto de familia con: Fernado, Manolo, Alfonso y, detrás, Oscar)

(Angel luciendo cuerpo y cámara con Alfonso y Mary sacando la cabecina)

(Los que sacanban la cabecina, Alfonso y Mary)

(La primera nieve de la nueva temporada invernal que se aproxima)

(¡Cucu!, soy M. J.)

(Y…”el que suscribe”, J. F.)

Gracias a todos por vuestra grata compañía, realmente mereció la pena subirme a este pedrusco tan alto.

No queremos marchar sin dedicar una foto a la persona que se encuentra allí de cuerpo presente, a Marqués de Villaviciosa, Pedro Pidal, del cual sobran las palabras, ya que por todos es conocida su mucha historia relacionada con la Naturaleza y la Montaña Asturiana.

Ha llegado la hora del volver, pero antes tenemos que comer el bocata, para ello nos acercamos hasta la Vega de Ordiales y, al lado del refugio del ICONA, lo zampamos en cálida compañía, con el Sueve y el Mar Cantábrico al fondo, ¡qué más podemos pedir!

 

* Último largo andariego: La vuelta y... ¿apareció el movil?

Toca marchar, nos da pena pero son las 16:30 h. y no debemos relajarnos, cómo tardemos tanto en bajar como en subir.... se nos hace de noche por el camín, a nosotros no nos importa mucho pero al resto del grupo no creo que la idea les hiciera mucha gracia.

Dicen que los amaneceres en los Picos de Europa son preciosos, nosotros no tenemos mucha experiencia al respecto, somos más de atardeceres, no nos gusta madrugar mucho, y de estos tenemos unos cuantos, alguno con niebla, pero este no es el caso, ¡todo lo contrario!, el día se mantuvo extraordinario hasta el final.

El llegar a la majada de La Rondiella las caballerías estaban allí, dándole un toque muy especial a tan excelente paraje natural. El punto de luz era ideal, regalándonos un hermoso recuerdo más para llevar para casa, la caliza se tornó con su típico color anaranjado, evidentemente no podíamos pedir más, nos podrían acusar de avaros, ¿no?

(Perguapu atardecer en la majada de La Rondiella)

(Los caballos están radiantes, la luz sobre sus crines...)

(Y del color naranja calizo del atardecer en los Picos.... ¡qué vamos a decir!)

Los Picos de Europa se despidió a lo grande y nosotros para agradecerlo os lo hemos contado y grabado, muestra de ello es el segundo video andariego, el más calizo del día, el que va desde Vegarredonda al Mirador, aquí os queda, disfrutarlo que es lo último de este reportaje:

 

¡Ah!, el movil había caido dentro del coche, je, je, je.

Como colofón me voy a despedir dejando una guapa presentación fotográfica que amplia, áun más, el reportaje que habéis acabado de comtemplar, espero que os haya gustado y disfrutado tanto como nosotros, realmente fue un día muy especial.

 

 

033 - Mirador de Ordiales

Si tienes algún problema al ver la presentación de fotos inicial, puedes verla pinchando el cuadro que tines a tu lado o sobre esta linea de texto la cual te llevará al álbum de fotos relacionado con la actividad que nos ocupa.

 

 

 

 

 

JFCamina.

 


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