![]() |
||||
Rutas
por Cantabria |
Ojos del Diablo |
|||
Los Arcos de Llanegro |
||||
|
Liendo |
|
A.D. Oriñón, 10/2024 |
JFCamina'25 |
.
Los Arcos de Llanegro
(Ojos del Diablo)
Mapa IGN: 36 “Castro Urdiales”
Inicio recorrido: Ctra.N-634 Km 161, T. M. de Liendo – Cantabria
Objetivos: Arcos de Llanegro o Ojos del Diablo
Recorrido: A.D. Oriñón en Ctra. N-634 Km 161 (130 m.a.) – Alto de Covañera (240 m.a.) – Hoya Covañera (195 m.a.) – Alto de Cortaguera (285 m.a.) – Llana de Tueros (410 m.a.) – Acantilados del Llanegro (375 m.a.) – Arcos del Llanegro (380 m.a.) – Ojos del Diablo (375 m.a.) – Regreso sobre nuestros pasos hasta el inicio del ruta en el Aparcamiento Ctra.N-634 Km 161 (130 m.a.).
Distancia Ida y Vuelta: ± 6,5 kms / Tiempos: 3,5 horas
Desnivel: ± 450 mts. de ascenso y su correspondiente descenso.
Terreno: Veredas angostas kársticas
Señalización: Escasa, pero solo hay un camino muy andado.
Visita a Los Arcos de Llanegro o Ojos del Diablo en el precioso entorno costero de Liendo y Oriñon en Cantabria. Recorrido se puede realizar de dos maneras un tanto diferentes. Una por el Norte, desde el Mar Cantábrico (playa de Valdearenas en Sonabia) en inclinado desnivel de acantilado, y otra desde el Sur por camino abrupto y resbaladizo. También cabe la posibilidad de hacerla en circular uniendo las dos alternativas propuestas, de hecho varias personas con las que coincidimos así lo hicieron; aunque los motivos no eran por culminar el recorrido en circular, más bien otro tema. Nosotros siempre somos conservadores y primero realizaremos la más accesible y si algún día volvemos a repetir la visita, si podemos, intentaremos la difícil. Por esto último expresado, hoy presentamos en este reportaje la última opción, la llegada a los Ojos del Diablo por el Sur, desde el negro asfalto de la carretera N-634, partiendo desde el Área Descanso de Oriñón, aunque de “fácil” tiene más bien poco.
La primera pregunta que debemos responder es... ¿Cómo llegar al inicio de ruta? En nuestro caso al Área Descanso de Oriñon, la carretera nacional N-634 kilómetro 161. Para abrir el abanico un poco más entre las poblaciones de Laredo (al Oeste) y Castro Urdiales (al Este), por su puesto en la Cantabria Oriental. Para entrar en el área recreativa a la vera de la N-634, si venimos desde Santander, debemos coger la Salida 162 de la autovía A8 y si es desde Bilbao la Salida 160. Dejamos detalle aéreo de tema facilitado por una impresión de pantalla del Google Maps.
(01 Área Descanso de Oriñón, Ctra. N-634 Km 161, ± 0,0 K / ± 130 m.a. / 0,0 h)
Ya el coche bien aparcado, a la vera del Camino del Norte hacia Santiago, solo queda calzar las botas y acercarse hasta el gran panel informativo de los “Los Arcos de Llanegro”, aunque el mismo nos lo trata de vender como un itinerario Ornitológico, que lo es, pero a nosotros lo que más nos interesas son los grandes ojos que nos dan unas excelentes vistas al Mar Cantábrico y la Costa Oriental de Cantabria ya muy cerca del País Vasco. Importante en este panel leer el primer párrafo de recomendaciones: “Terreno muy accidentado y peligroso, con abundantes caídas en vacío. Transito exclusivamente por sendas irregulares, con abundantes piedras, escalones y desniveles”. No tomarse a risas y dejar de hacer caso a personas que escriben lo de "ruta fácil para hacer con amigos y niños" como nosotros hemos leído en varias ocasiones.
(Panel informativo que nos pone al día del recorrido a realizar)
(Con la teoría bien leída iniciamos la marcha al lado del panel)
Justo al lado de gran panel arranca el camino hacia nuestro objetivo y en pocos metros comprobaremos que no sería el “camino de rosas” que algunos nos habían tratado de vender, más bien todo lo contrario. Traza inclinada muy húmeda (pese a que en toda la semana no había llovido) y con mucha roca caliza muy pulida. Además, todo ello cubierto de mucha vegetación que por momentos tapa el camino pese al gran número de personas que parece que la transitan, especialmente los fines de semana. Pues nada para arriba que vamos entre un amasijo vegetal de artos, helechos, encinas, acebos (carrascos para nosotros), entre otros. Las fotos hablan bien a las claras sobre el tema y no vamos a narrar mucho más.
(-Oye Félix, esto no parece un "camino de rosas")
(-¡Está claro! Y mucho menos para venir con niños)
(Camino inclinado cargado de vegetación por terreno muy irregular)
(Con pasos muy desiguales y húmedos)
(-Creí que aquí terminaba pero aún sigue)
(-Esto parece que no tiene fín)
(-Bajar va a ser más complicado)
Los dos primeros largos de la jornada, el de subida al Alto de Covañera y el descenso hacia la hoya homónima, son los más feos y angostos de todo el recorrido. Una subida muy tediosa de poco más de medio kilómetro, unos cien metros de desnivel positivo tratando de hacer pie y pensando que el descenso a la vuelta va a ser un tanto peligrosa. Al final alcanzamos el alto donde dominamos la sierra caliza, tras ella, se encuentran los arcos y el mar Cantábrico.
(-Parece que el tema se tranquiliza un poco)
(-¡Falsa alarma!)
(-Aún nos queda un poco más)
Alcanzado el alto, el descenso hacia la Hoya de Covañeras, es un poco más corto y con menos desnivel negativo que la subida, el tema mejora considerablemente y lo hacemos bastante rápido. Tal parece que las piernas necesitaban soltar tensión, bueno la cabeza también pues de tanto ir pensando donde poner los pies uno se agobia un poco y disfruta menos.
(02 Alto de Covañera, ± 0,6 K / ± 240 m.a. / ± 20 min)
(El descenso hacia la Hoya de Cavañera es más suave)
(Aunque la vegetanción no deja de asediarnos)
Llegamos a la hoya y el único camino visible se va hacia la derecha y aquí nos sorprende un gran pasadizo vegetal que para las personas de una estatura media debe tener mucho cuidado de no despeinarse con las ramas de la tupida vegetación o, lo que es mucho pero, de no sacarse un ojo. Pese a que no somos muy altos ambos tuvimos que agacharnos para mantener la integridad de la cara.
(03 Hoya Covañera - Pasadizo Vegetal, ± 1,0 K / ± 195 m.a. / ± 30 min)
(-Cuidadín con los ojos)
(-Ya salimos del túnel)
Salimos de la Hoya de Covañera y ahora el camino se despeja bastante tropezando con la plateada roca caliza, aunque siempre aderezada con la clásica vegetación de la zona. Comotraía en el gran panel, estamos en una de las manchas más grandes de encinas de toda la cornisa Cantábrica y esto se nota. Como leímos al inicio de ruta, también nos encontraremos los acebos, laureles, madroños, etc.
(Arranca otro largo de ascenso)
(Ahora más claro que el inicial pero muy atentos a los pasos)
Con el ánimo de ir por terreno más claro, aunque sigue siendo bastante abrupto con algunos pasos que debemos estirar las piernas más de lo habitual, iniciamos la subida hacia el Alto de Cortaguera. Será otro medio kilómetro de ascensión para recuperar los metros perdidos de bajada a la hoya y alguno más por encima del Alto de Covañera. En total unos cien metros más de desnivel positivo.
(Por traza más iluminada vamos de nuevo para arriba)
(Aunque sigue teniendo pasos un tanto abruptos)
En veinte minutejos un tanto incómodos (como todo el recorrido) alcanzamos la zona de altura y aquí ya comenzamos a disfrutar de panorámicas montañeras que tanto nos gustan y anima nuestra conversación sobre cual o no será la sierra montañera que vemos al SurOeste. A parte de las distracciones al Sur, tenemos otras mucho más cerca con detalles kársticos muy visibles. ¡Ah! Por el camino ya nos vamos encontrando con gente que viene de regreso, los clásicos madrugadores, nada que ver con nosotros, tanto en el tema del reloj como en la vestimenta, parece que somos los únicos que llevamos botas de montaña y mochila.
(+100 Desnivel y 20 minutejos para salir de la hoya Covañera)
(Ahora aparecen las panorámicas montañeras y...)
(... También observamos detalles muy kársticos)
Alcanzamos el nuevo alto y desde él contemplamos el Alto y la Hoya de Covañera que hemos dejado atrás, anticipamos que es la parte más abrupta de todo el recorrido que hoy nosotros realizaremos. Si nos fijamos bien observaremos una línea verde por donde nosotros hemos descendido desde el Alto de Covañera hacia la hoya. En este punto hay una gran piedra tipo pedestal y Mary no se aguanta (su gen “cabritina” es muy fuerte) y se sube a ella para otear el horizonte montañero. Este pequeña observación nos lleva a descubrir, al Sur, una gran ermita en lo alto de un montículo. Un buen rato allí estuvimos estirando el mapa de nuestro GPS hasta que al final sacamos en claro que se trataba de la blanca Ermita de las Nieves a 772 metros de altitud. Una interesante excursión para otra de nuestras andanzas por la zona.
(Alcanzamos un alto muy panorámico donde observamos claramente...)
(... la traza por la que hemos bajado hacia la Hoya de Covañera)
(04 Alto Cortaguera, ± 1,4 K / ± 285 m.a. / ± 50 min)
A partir del Alto de Cortaguera el camino se vuelve mucho más tendido, aunque sin dejar de subir y con algún descenso, así que respiramos más relajado. Seguimos la traza clara, mucho más caliza, y poco a poco vamos girando a la derecha hasta plantarnos en otra hoya kárstica la cual bordearemos por su derecha y en mitad de este transito tropezaremos con un gran panel que nos informa de las Hoyas del Monte Solpico y todo su espectacular entorno calizo, incluidos Los Arcos del Llanegro. Sobre el nombre del monte donde nos encontramos nos plantea varias dudas, pues en el panel de inicio de ruta lo nombra como Candina y aquí como Solpico. Dudamos pero ambos topónimos corresponde a las dos cumbre más altas de la zona a las cuales estamos ya muy cerca y bajo su influencia.
(Por la brecha que tenemos en el medio debemos pasar rodeando otra hoya más)
(Momento informativo, aunque algo borroso)
(Bordeando la segunda hoya de la jornada)
Bordeamos toda la hoya la cual está carga de una tupida vegetación que se nos hace imposible que cualquier humano pueda entrar en ella, solo los agerridos jabalís la penetrarán. De esta circunvalación salimos en subida hacia una gran encina que en poco nos adentrará en una zona también de hoya pero mucho más clara, incluso parece que no hace tiempo aún existían pastizales.
(El estrecho camino nos llevará hasta la gran encina)
(Encina de referencia de la grieta que nos sacará de la 2ª hoya y no adentrará en la 3ª)
(05 Alto “ la encina” , ± 1,8 K / ± 305 m.a. / ± 1 h)
Atrás la encina el camino se vuelve más tendido aunque no por mucho tiempo pues en un giro a la izquierda de la gran dolina herbosa que estamos sorteando debemos comenzar a subir por una inclinado plano rocoso con unos buenos contrafuertes realizados por la mano del hombre. “Esto parece cosa de minería” comentamos. Fue cuando recordamos lo que habíamos leído sobre las minas de hierro de finales del Siglo XIX. Ya nos parecía, nos recordaba a otras zonas mineras del Macizo de Ándara en Picos de Europa.
(Esta 3º hoya es mucho más suave, de mucho más pastizal)
(El camino sigue siendo muy visible y menos abrupto)
(Dos puntos como detalle de señalización sobre la roca)
(-Mary, esta hoya es mucho más suave que las otras dos)
Con rumbo cambiado, ahora NO, ascendemos el gran plano minero, otros cien metros de desnivel positivo, y con la ganancia de altura alcanzamos unas excelentes vistas hacia la costa Oriental, hacia Castro Urdiales y sus vecino el País Vasco. Mary también observa que sobre una cumbre cercana existe una cruz y propone ir hacia ella cuando bajemos. “Ya veremos” fue la respuesta temerosa, seguro que lo vamos a intentar.
(-Mira Félix, aquella cumbre tiene una cruz)
(-Dejala y fíjate más el la rasa costera hacia Castro Urdiales y el Pais Vasco)
(-Vamos para arriba que aquí tenemos un buen plano minero)
(Detalle de los contrafuertes que sujetan el camino minero)
(Excelente calzada que aguanta pese al paso de muchos años)
(Importante leer los paneles para saber un poco más de lo que aquí aconteció)
Subida un poco “durilla” la que afrontamos hasta alcanzar otra vez el terreno tendido, en este caso hacia los Llana de Tueros. aunque antes tropezaremos con una señalización de madera tirada en el suelo que nos invitaba a ir hacia la cima del Solpico, también flechas de pintura descolorida sobre la roca caliza indicando la misma dirección. “Tentador” dice Mary. “Déjalo” que de cumbres ya vamos bien esta semana, ya vamos un poco cargado de éllas. Echamos un trago de agua y seguimos rumbo NO en cómoda transición.
(Al fín, ya acabamos la subida del plano minero)
(06 Alto desvío al Solpico, ± 2,4 K / ± 410 m.a. / ± 1 h 20 min)
(-Déjalo Mary, hoy no tocan cumbres)
En doscientos metros, que básicamente lo dedicamos a contemplar las cabras que andaban por los plateados riscos y los grandes buitres que en todo momento nos sobrevolaban, nos plantamos en el plano de bajada hacia la gran depresión de la Hoya de Llanegro. A lado derecho, al Norte, observamos como la gente estaba sobre las rocas lo que nos daba una idea de donde se encontraban Los Arcos de Llanegro, aunque al primer golpe de vista solo veíamos uno muy claro pero el otro estaba cerrado, solo una oquedad, como el ojo de un pirata clásico de película, y no eran precisamente los que nosotros más interés teníamos de contemplar en vivo y en directo.
(07 Llana de Tueros - Bajar, ± 2,6 K / ± 410 m.a. / ± 1 h 25 min)
(Una cabra cotilla de las muchas que por la zona existe)
(Casi tantas cabras como buitres)
(Ellos siempre muy atentos al tránsito de la gente)
(Hora de iniciar el descenso hacia la última hoya de la jornada)
(Hacia la Hoya de Llanegro, a la derecha el acantilado y los arcos)
Mucha gente en la zona de los arcos, ya nos parecía que así iba a ser, pues había muchos coches en el aparcamiento y sin embargo no nos encontramos con mucha gente de regreso. Además estabna los excursionistas más atrevidos que venían desde el Norte, desde la finas arenas de la playa de Valdearenas en Sonabia. Fue justo cuando llegamos a las inmediaciones de la hoya cuando decidimos que en lugar de ir hacia los arcos lo mejor era irnos hacia la izquierda, por una senda muy transitada, para ver el Mar Cantábrico y mientras igual la gente se marchaba de la zona pues se acercaba la hora de comer.
(Zona de los arcos con la gente por arriba asumiendo riesgos)
(08 Hoya Llanegro, ± 2,3 K / ± 365 m.a. / ± 1 h 30 min)
(Detalle de nuestro recorrido por los acantilados y arcos de Llanegro)
Pues nada, nos vamos por la vereda de la izquierda en lugar de tirar de frente y en poco tiempo nos plantamos al borde de la gran muralla calicera de Llanegro. Nos asomamos un poco al borde, siempre manteniendo un margen de seguridad, y allá abajo vemos la playa mencionada en varias ocasiones junto a la población de Sonabia a su derecha. También la preciosa punta homónima o Cabo Cebollero. La verdad que el panorama impresionaba un poco, pese a estar bastante acostumbrados a este tipo de paisajes costeros de la cornisa Cantábrica.
Casualidades de la vida quiso que el punto elegido era el camino de llegada de la gente que subía acantilados para arriba desde el mar y fue en este punto donde reiteradamente nos hicieron la siguiente pregunta: -¿No existe otro camino para el regreso? Interrogante acompañada de cierta cara desencajada que lo decía todo. Les explicamos un poco nuestra experiencia y parece que les gustaba más que descender por donde habían subido. Hasta en dos ocasiones repetimos la misma historia. Como veíamos que seguía llegando gente decidimos que teníamos que “fastidiarnos” un poco e ir a visitar los arcos, aunque fuera con más gente de la que estamos acostumbrados. Al marchar llegó un grupo de chicas para descender por la zona del acantilado y fue cuando escuchamos decir a una de ellas: -¡Guardar los móviles y nada de distracciones”. Sin lugar a dudas su orden lo decía todo.
(Primero por camino muy pisado hacia los acantilados de la izquierda)
(09 Acantilados de Llanegro, ± 3,0 K / ± 375 m.a. / ± 1 h 35 min)
(Abajo el azul Cantábrico, la playa de Valdearenas, el pueblo y cabo de Sonabia)
Ya asumiendo que teníamos que compartir la visita con un poco más de gente de la deseada nos vamos por estrecha vereda hacia el Este donde a unos trescientos metros se encuentra dos grandes arcos, uno de ellos más bien una oquedad pues no tiene vistas, el ojo de pirata que antes comentába. Muy interesante pero no parecen ser los “Ojos del Diablo” tan mediáticos. En la vereda de transito nos encontramos con algún paso un poco alto donde hay que estirarse un poco para pronto alcanzar los arcos deseados.
(Vamos hacia el Oriente en busca de los Ojos del Diablo, hacia el punto 11)
(-Mary, ojo que aquí tienes un paso alto)
(10 Arcos de Llanegro, ± 3,3 K / ± 380 m.a. / ± 1 h 40 min)
Llegamos al arco“solitario” y vemos que existe más gente de la cuenta para sacar una foto chula, pues todos están delante y nos salen en todas las fotos. -Ufff, mala cosa. Así que nos marchamos de este punto para seguir por una vereda hacia los “Ojos del Diablo”, después de un rato volveremos para ver si tenemos más suerte. Unos doscientos metros, más al Oriente, nos separan de estos dos puntos de Los Arcos de Llanegro así que en nada llegamos. Apuntar que la foto que compartimos en este reportaje fue de la segunda ocasión en la que hubo más suerte y logramos sacarla sin gente.
(Más a la derecha vamos, al Oriente, en busca de la visión de los Ojos del Diablo)
(-Félix, aquí tenemos otro arco un poco oculto)
Decir que este rincón de los “Ojos del Diablo” no es tan visible como los arcos anteriores e incluso cuando ante uno de ellos estamos nos parece que no son los que buscábamos, más observando que en este punto apenas hay gente. Efectivametne, llegamos y vemos un primer gran arco y solo una persona. También vemos que para abajo va una vereda muy pisada y nuestro olfato andariego nos invita a seguirla. De esta manera, un tanto especial, nos plantamos al borde de un precipicio sobre la playa de Valdearenas, la población de Sonabia y al otro lado de la ría de Oriñón la playa población de Arenillas.
(-Por aquí baja una vereda hacia el acantilado -¡Baja por ella un poco!)
(Pueblo y punta de Sonabia, ría de Oriñón y Las Arenillas)
(Playa de Valdearenas y la punta de Sonabia o Cebollero)
Fue cuando con cierta decepción, pues habíamos visto un solo arco, damos la vuelta hacia el Sur, por donde habíamos venido, y ante nosotros aparecen los dos “Ojos del Diablo”. Sí, al final habíamos encontrado el accidente orográfico que deseábamos. Parece que el arco de la derecha, el anexo, al que acabamos de pasar, es el mismo en el cual estuvimos hace unos minutos pero que no paramos mucho pues había mucha gente. Muy contentos de estar ante tan pétrea mirada kárstica nos dedicamos a sacar una fotos para el recuerdo, aunque con mucho cuidado pues el terreno es muy irregular y una caída nos puede resultar muy cara. Mientras estábamos en este momento fotográfico pensábamos en alto sobre la sorprendente situación de que no hubiera gente y que la misma estuviera en el otro ojo. Nos daba la impresión de que había cierto desconocimiento al respecto. No sé con la duda nos quedamos.
(11 Ojos del Diablo, ± 3,5 K / ± 375 m.a. / ± 1 h 45)
Cuando ya habíamos recogido el trípode fotográfico observamos que en el arco de la derecha, el primero que visitamos, apenas había gente. -¡Uy, esta es la nuestra Mary! Efectivamente nos volvemos al punto 10 y en esta ocasión conseguimos las fotografías deseadas, la del gran ojo con el Mar Cantabrico de fondo como el gran párpado calizo que parecen dos camellos besándose. Además sin gente.
La verdad que este especial espectáculo natural nos compensó un poco de la dificultad del camino, especialmente la primera parte hasta superar la Hoya de Cavañera. Bueno, además de las fotos también realizamos varios cortos de video que ahora hemos unido dejando un guapo documento de recuerdo que ahora aquí compartimos para nuestro y vuestro disfrute.
(Enlace de acceso directo al Youtube)
Satisfecha nuestra curiosidad e inmortalizada la misma era la hora del bocata, eso se notaba en la zona pues, como si hubiera sonado la campana de la comida, ya quedaba poca gente. Para dar cuenta de nuestro boca nos pareció bien hacerlo ya arriba en los Llanos de Tueros que parece una zona más dulce y en que la gente no suele parar. Así lo hicimos y empezamos a deshacer el camino mañanero realizado, aunque antes de hacerlo se nos acercó un chaval que nos preguntó, entre inglés y español, si había otra forma de volver a Oriñón en lugar del descenso por la zona del acantilado. Allí, otra vez más, le contamos nuestra experiencia e iniciamos el regreso sobre nuestros propios pasos.
Llegamos al punto 6 en la derivación hacia la ascensión hacia la cima del Solpico donde sobre unas piedras apartadas del camino degustando nuestras viandas andariegas. Fue en este punto de avituallamiento donde nos volvimos a encontrar el chaval extranjero (que andaba haciendo el cabra por la zona rocosa) y lo despedimos con una… ¡Cuidado con los resbalones en la última bajada!
(Deshaciendo camino hacia el Área Recretativa de Oriñón)
Descansamos un buen rato sin ver pasar apenas gente, se notaba que era la hora de la comida, y tras ello nos ponemos otra vez en marcha bajando y subiendo las tres hoyas que aún nos quedaban por delante, especialmente el último descenso, el más húmedo y resbaladizo de todos. Al final todo salió bien y no posamos nuestras posaderas sobre el terreno angosto últimamente mencionado.
(01 Área Descanso Oriñón, Ctra. N-634 Km 161, ± 6,5 K / ± 130 m.a. / ± 3,0 h / ± 450 D+ y -)
Ya con el terreno reconocido en menos tiempo del empleado en el camino de ida llegamos al Área Descanso de Oriñón donde finiquitamos nuestra largo fin de semana por tierras cántabras. Actividades realizadas con nota alta, incluida la presente aunque el transito por la misma no fuera tan cómodo como nos gusta a nosotros. Dicho ya todo, solo nos queda compartir el “track” del recorrido que nuestro silencioso GPS con los puntos que nosotros hemos considera clave grabar.
(Nuestra Ruta a Los Arcos de Llanegro / ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL’)
(Enlace de acceso directo al Wikilock)
Advertir que con respecto a todos los documentos asociados a jfcamina: “Solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos. Queda a la responsabilidad de cada uno la utilización correcta del mismo, además de tomar todas las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad. También lo relacionado con la legislación administrativa y ambiental del espacio donde nos estamos moviendo”.
Hacía unos cuantos años que teníamos apuntada en la “libretina de rutas pendientes” la visita a los Ojos del Diablo de Liendo en Cantabria pero lo teníamos aparcado para cuando fuéramos unos cuantos días por la zona y aprovechar bien el desplazamiento. Al final el día “D”, con cierto retraso, llegó. A la hora de preparar el recorrido en casa descartamos la primera alternativa desde las finas arenas playeras pues la considerábamos ciertamente arriesgada, aunque a los amantes de “lugar desconocido y fácil de llegar” no les importa seguir empleando el mismo tópico literario, una y otra vez, sin tener en cuenta la realidad del recorrido. No importa, nosotros bebemos de fuentes bastantes sensatas que huyen de las fantasías mediáticas y tratan de mostrarnos lo bueno y malo de sus actividades. Dicho todo esto solo nos queda decir...
¡Hasta pronto Cantabria!!!
.
JFCamina
* Para volver a ver otra ruta cliclea aqui: www.jfcamina.es
* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad. También lo relacionado con la legislación administrativa y ambiental del espacio donde nos estamos moviendo.